Los errores que debemos evitar al querer armar una PC!



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A la hora de montar un PC es muy habitual cometer errores tanto en el proceso de elección de componentes como en el de montaje real, algo que puede ocurrir por diferentes motivos aunque suele primar la falta de información y el mal asesoramiento que, en ocasiones, puede venir incluso de gente que lo hace sin mala intención.

Sí, seguro que en más de una ocasión se encontraron con el clásico que les dijo “mira, me he comprado este portátil que tiene una tarjeta gráfica con 4 GB de vídeo”, y luego resulta que tiene 1 GB dedicado de DDR3 y el resto lo consume de la RAM principal, pero hay muchos otros casos, como por ejemplo personas que montan fuentes de alimentación enormes en equipos que no las necesitan o que pretenden hacer un gran overclock con el disipador de serie de la CPU.

En general hay muchos mitos y errores que pueden inducirnos a hacer una mala compra o incluso a cometer errores garrafales durante el montaje, lo que puede derivar en un mal funcionamiento de nuestro nuevo equipo, un rendimiento más bajo de lo esperado o incluso en averías que pueden no estar cubiertas por la garantía.

Por ello, y dada la importancia del tema, quise hacer esta guía, para ayudar a evitar algunos de los [pajarito]errores que se cometen con más frecuencia al montar un nuevo PC[/pajarito], tanto en la fase de elección como en la de montaje.


1- Descuidar la carcasa del PC, eligiendo una cualquiera y sin tener en cuenta lo que vamos a montar.

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Este punto es clave, ya que es uno de los pilares del equipo y de ella dependen tres grandes elementos:
  • La posibilidad de utilizar ciertos componentes, ya que si no tiene el tamaño adecuado no podremos introducir, por ejemplo, tarjetas gráficas de gama alta o incluso media, ya que suelen tener un gran tamaño. Por ello debemos tener muy en cuenta la amplitud interna de la caja y su formato, ya que de lo contrario nos estaremos autolimitando.
  • Sus capacidades de ventilación y flujo de aire, algo también muy importante, ya que en climas y estaciones calurosas puede marcar una gran diferencia. Si la caja es pequeña, tiene pocos ventiladores o presenta un mal diseño puede obligarnos incluso a amontonar cables y componentes, lo que redunda en una acumulación de aire y un aumento del calor interno que puede ralentizar el equipo o incluso dañarlo.
  • Calidad de materiales y conectores frontales, algo secundario pero que también debemos tener en cuenta, ya que contar con conectores USB y jacks en la parte frontal aporta una gran comodidad.


2- No prestar atención al mother y comprar la más barata sin más.

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Esto suele ser también muy habitual. Sí, muchos usuarios invierten, por ejemplo, 750 pesos en un mother de gama baja y luego gastan 2000 pesos en una CPU de gama media-alta con multiplicador desbloqueado que, evidentemente, no podrán aprovechar por el chipset de la misma.

Lo expuesto sucede principalmente con los procesadores Intel y podemos ilustrarlo de forma muy sencilla, ya que lo que vamos a decir a continuación es aplicable a los dos chipsets más actuales del gigante del chip, esto es, las serie 8 y 9, aunque hablaremos también de la serie 7.

Con los chipsets Z77, Z87 y Z97 disfrutaremos de una gran cantidad de funciones, entre las que destacan el soporte completo de overclock de CPUs serie K (multiplicador desbloqueado) y de configuraciones multiGPU con un buen nivel de rendimiento, gracias al uso de más líneas PCI-E. Con el chipset Z75 también contaremos con soporte de overclock.

Si, por el contrario, adquirimos un modelo con chipsets H87 y H97; no contaremos con soporte de oveclock y tendremos opciones limitadas para realizar configuraciones multiGPU, ya que soportan menos líneas PCI-E.

Finalmente, si optamos por la gama baja, con chipsets como los H77 o H81, nuestra placa no ofrecerá soporte de configuraciones multiGPU y mostrará un nivel de prestaciones realmente básico en todos los sentidos.

En AMD la cosa es menos complicada por suerte, gracias a la larga vida del socket AM3+, y en este caso encontramos cuatro grandes opciones:

AMD 990FX : es el tope de gama y ofrece soporte completo de overclock, así como soporte de configuraciones multiGPU ya que cuenta con hasta 32 líneas PCI-E.

AMD 990X : se sitúa un peldaño por debajo, pero también es considerado como gama alta. La diferencia de mayor entidad que presenta frente al anterior es que cuenta menos líneas PCI-E, lo que nos limita a configuraciones con dos GPUs a x8 cada una.

AMD 980G : es una rareza que soporta únicamente CPUs FX, no otras como Ahtlon o Phenom II. Suele ser poco habitual y no es recomendable.

AMD 970 : un chipset de gama baja que, a pesar de todo, soportaría un máximo de dos GPUs a x4 cada una.
Como vemos a la hora de elegir uno u otro chipset de AMD no nos limitaremos de cara a la posibilidad o no de realizar overclock a nuestra CPU, pero sí en lo relativo a otros aspectos como las posibilidades de ampliación a la hora de añadir otra gráfica.

Finalmente otro apunte que debemos tener en cuenta, y es que una placa de gama baja ofrecerá una calidad de construcción y componentes normalmente interior que puede afectar a la vida útil del equipo, así que debemos tener cuidado.


3- Priorizar en exceso velocidad y latencias antes que cantidad de memoria RAM.

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Este error también es muy frecuente, ya que normalmente creemos que unas memorias DDR3 a 2.133 MHz van a marcar una gran diferencia frente a unas DDR3 a 1.600 MHz, algo que en la mayoría de escenarios reales no es así.

Lo expuesto quiere decir que, si nuestro presupuesto es algo ajustado en este punto es donde podremos ahorrar algo de dinero sin problema, ya que como anticipamos no es necesario ir obcecado a por unas DDR3 2.133 MHz CL9 sí o sí.

Con todo es importante hacer un inciso, y es que si nuestro equipo tiene gráfica integrada sin memoria propia, algo común al utilizar socket FM2 y e IGPs Intel, la velocidad de la memoria sí marcará una gran diferencia porque la misma será utilizada por la GPU, pero este es un caso muy concreto que no se da si contamos con una GPU dedicada.

Finalmente otro punto a tener en cuenta es que si sólo podemos montar 4 GB u 8 GB de RAM es una buena idea utilizar un único módulo de memoria, ya que así facilitamos una futura expansión y NO, no sacrificamos un rendimiento apreciable por no utilizar una configuración de doble canal.

En cuanto a la cantidad de RAM hoy en día es innecesario para casi cualquier usuario adquirir más de 16 GB de RAM.


4- Elección del procesador, no siempre lo más caro es lo mejor y otras cosas a considerar.

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Existe una tendencia bastante perjudicial a pensar que lo más caro es lo mejor, directamente, o que lo que tiene “más cantidad de algo” es mejor que lo que tiene menos.

Esta afirmación en plano es posible que se cumpla la mayoría de las veces, pero hay que matizarla. Sí, un Core i7-5960X de ocho núcleos es mejor que un Core i5-4670K, de eso no hay duda, pero en relación precio-rendimiento es una mala elección y no será aprovechado por el 90% (quizá incluso más) de los usuarios corrientes.

Lo expuesto quiere decir que debemos evitar ir sin más a por un Core i7, bien por inercia (malos consejos) o bien por creencia propia tras leer algunas barbaridades que se publican en Internet. Dicho de forma genérica, ir a por los topes de gama a ciegas es un error.

Sí, hay que razonar un poco y elegir en base a nuestras necesidades reales, a las posibilidades de nuestra placa base y también nuestro presupuesto, ya que así nos aseguraremos una buena compra en todos los sentidos.

Ponemos ejemplos separados para que todo resulte más fácil de comprender:
  • Tengo una placa que no soporta overclock: entonces no vale la pena que compres un procesador serie K de Intel, por ejemplo, ya que no lo aprovecharás.
  • Sólo quiero mi equipo para navegar y ofimática: no debes comprar un procesador de gama media o alta, ni siquiera por el típico consejo de “te durará más”, ya que no lo aprovecharás ni hoy ni mañana.
  • Quiero un equipo para jugar: si tu placa admite overclock un Core i5 serie K es un de las mejores opciones, o en el caso de AMD un FX serie 8000.
  • Voy a realizar trabajos exigentes, como renderizado gráfico bajo Blender: en estos casos los Core i7 cobran sentido y son una gran opción.
Como vemos la elección del procesador puede llegar a ser más complicada que la de la placa base, y en el caso de presupuestos muy ajustados la cosa se pone todavía peor.

Dicho esto es importante hacer otro inciso, y es que en el caso de que tengamos un presupuesto realmente ajustado y queramos un equipo para jugar es mejor sacrificar algo de potencia en la CPU, siempre manteniendo una de como mínimo cuatro núcleos reales, e invertir un poco más en la GPU. Ilustramos con un ejemplo:

Tenemos 3000 pesos para invertir en tarjeta gráfica y CPU. Si compramos un Core i5 4670K gastaremos unos 2000 pesos, lo que limita nuestras posibilidades de compra a soluciones gráficas de gama baja, como las Radeon R7 250X y las GTX 750. Con esas tarjetas no podemos jugar en alto y 1080p a la mayoría de juegos actuales.
Si por contra nos hacemos con una CPU Core i5-4430 invertimos unos 1400 pesos en ella, lo que nos deja 1600 pesos para comprar una tarjeta gráfica de gama media, como por ejemplo una R9 270X, que nos garantizará fluidez en casi todos los juegos en calidad alta o ultra a 1080p.

En los ejemplos he mantenido la referencia a Intel para no complicar con comparaciones. Lo mismo es aplicable a AMD, pero dados los precios que presentan los procesadores de la firma de Sunnyvale la mejor opción precio-rendimiento para jugar es el FX-8320, no deberíamos bajar de ahí.


5- Disipación del procesador, pocas veces se tiene en cuenta.

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Este punto depende también de ciertos factores, entre las que destacan el uso que vayamos a darle al procesador y si tenemos pensado o no hacer overclock.

Para un PC multimedia o de ofimática con el ventilador de serie que normalmente incluye el procesador y una pasta térmica económica es más que suficiente, pero para procesadores de gama media o alta en los que vayamos a practicar overclock la cosa cambia.

En general si no vamos a hacer overclock no es realmente necesario comprar un disipador de mejor calidad que el de referencia, aunque personalmente en soluciones AMD, sobre todo a partir del FX-8320, es recomendable comprar un disipador de mejor calidad e invertir un poquito en una pasta térmica aceptable, incluso aunque como digo no vayamos a hacer overclock.

Por el contrario, si vamos a hacer overclock es casi obligatorio invertir en un buen disipador y una buena pasta térmica, ya que de lo contrario podemos llegar a comprometer la integridad de la CPU y la estabilidad del sistema.

Sí, soy consciente de que con los disipadores de serie de Intel es posible mantener niveles de overclock razonables, pero teniendo en cuenta que la inversión en un buen ventilador y una buena pasta térmica no tiene que ser exagerada no vale la pena correr riesgos, además de que estaremos limitados y no podremos exprimir de verdad el potencial de nuestro procesador.

Otra cosa muy importante que hay que tener presente, es que la temperatura interior del equipo y la ambiental influirán también en la temperatura que soportará el procesador, por lo que debemos prestar atención también a esos dos elementos y actuar en consecuencia.

Tras revisar este punto estoy seguro de que muchos de ustedes entenderan mejor nuestra referencia a la importancia que tiene la caja del equipo en cuanto a ventilación y refrigeración, algo sobre lo que ya les hablé en la primera parte de esta serie de especiales y que repercute, obviamente, en todos los componentes que alberga en su interior.

Una mala disipación puede suponer una pérdida enorme de rendimiento, reinicios espontáneos y llegar a deteriorar el procesador u otros componentes de forma irreversible, así que debemos prestarle mucha atención, sobre todo si vamos a hacer overclock.


6- ¿Disco duro o SSD? Tamaño, velocidad e interfaz.

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Recomendar a ciegas un SSD o un disco duro de gran tamaño es una mala idea, pero por desgracia es una práctica muy habitual. Muchos vendedores y supuestos expertos recurren en exceso ello, de forma que no es nada raro ver, por ejemplo, equipos para ofimática con discos duros de 1 TB o incluso de 2 TB que, obviamente, no tienen sentido en ese tipo de sistemas.

A la hora de elegir una unidad de almacenamiento lo primero que debemos plantearnos es qué uso el vamos a dar al equipo y el presupuesto del que disponemos, ya que de ello dependerá nuestra decisión final.

Sí vamos a jugar o a darle un uso avanzando-profesional y tenemos un presupuesto limitado la mejor opción es un disco duro con interfaz SATA III, capaz de girar como mínimo a 7.200 RPM y con una capacidad de 1 TB, ya que todo lo que esté por debajo nos ofrecerá un rendimiento bastante flojo y no cumplirá con nuestras expectativas.

Por contra si disponemos de un presupuesto más elevado y queremos darle el mismo uso que en el párrafo anterior un SSD es la mejor opción, aunque aquí puede ser necesario optar por una configuración dual, es decir, SSD + HDD, siendo el disco duro una unidad de almacenamiento secundaria dirigida al almacenamiento de archivos grandes, mientras que la primera queda para sistema operativo y nuestras aplicaciones principales.

Finalmente en el caso de ordenadores para ofimática, navegación web y multimedia un SSD no tiene sentido. Para este tipo de equipos un disco duro de bajo consumo, como por ejemplo los de la gama WD Green con interfaz SATA III, son una gran opción, ya que ofrecen un funcionamiento fresco y silencioso cubriendo, además, las necesidades de rendimiento de este tipo de equipos.

La capacidad del disco dependerá dependerá también de nuestras necesidades, pero en equipos para ofimática lo que pase de 500 GB será excesivo y desaprovechado en casi todos los casos.


7- Tarjeta gráfica, algunos puntos importantes.

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Lo primero que debemos tener claro es que tanto AMD como NVIDIA ofrecen soluciones de alto rendimiento, muy completas y realmente buenas dentro de cada categoría o sector.

En segundo lugar es importante también tener en cuenta que Intel ha mejorado mucho sus GPUs integradas, por lo que para algunos usuarios es muy probable que no sea necesario comprar una tarjeta gráfica independiente.

Sí, no es la primera vez que veo un PC de oficina con un Core i5 y una gráfica como la GT 210 y me quedo con cara de circunstancia, pero ya se sabe, las tiendas quieren vender y hacen cualquier cosa para lograrlo. Ya hablamos en su momento sobre el procesador así que no volveremos sobre ello.

Tras estas puntualizaciones nos lanzamos a resumir algunas claves importantes para no equivocarnos en la elección de la tarjeta gráfica:
  • Si queremos un equipo para jugar debemos apostar sobre todo por las gamas medias o altas, no siendo aconsejable los tope de gama ya que ofrecen una peor relación precio-rendimiento.
  • La memoria de vídeo no es lo más importante, y en el caso de utilizarla para jugar o para tareas exigentes debemos apostar por modelos con GDDR5 y un bus mínimo de 128 bits.
  • Es importante comprar una gráfica acorde a la potencia de nuestra fuente de alimentación y espacio en la caja, ya que de lo contrario tendremos problemas o directamente no entrará en el equipo.
  • Para ofimática y multimedia no necesitamos una gráfica dedicada, ya que la integrada del procesador es más que suficiente.
Dicho esto os recuerdo nuestra guía claves para elegir una tarjeta gráfica, ya que en la misma podéis encontrar una gran información que completa a la perfección este punto.

8- Tarjeta de sonido y otros elementos.

La mayoría de placas base integran chips de sonido que cumplen sobradamente las necesidades de gran parte de los usuarios de hoy en día, así que la adquisición de una tarjeta de sonido independiente no es en sí necesario.

Es cierto que con una tarjeta de sonido independiente disfrutaremos de una mayor calidad de sonido y de ciertos tipos de aceleración, pero por lo general no marcan una diferencia que justifique la inversión en la mayoría de los casos.

Me refiero, obviamente, a usuarios básicos. En el caso de usuarios avanzados todo depende del presupuesto y de nuestras necesidades o expectativas, pero los modelos básicos de menos de 50 euros son más que suficientes ya que incorporan las últimas tecnologías.

Para usuarios profesionales o dedicados al sonido la cosa cambia, evidentemente, pero de nuevo tenemos que evitar ir a ciegas a por los topes de gama pensando que lo más caro es lo mejor.

Otro punto que hay que cuidar es la fuente de alimentación. La elección de la misma depende de los componentes del PC, ya que para un equipo multimedia o de ofimática bastará con una genérica de baja potencia (300W-350W por ejemplo), mientras que para un equipo de alto rendimiento como por ejemplo uno destinado a juegos, necesitaremos una de calidad.

En este sentido es recomendable ir a por fuentes con certificaciones 80 Plus y cuya potencia supere en unos 100W al mínimo requerido por nuestra tarjeta gráfica, ya que con ello reduciremos casi a cero los riesgos de sufrir un fallo de alimentación.

Finalmente los accesorios no vitales como lectores-grabadores de DVD o Blu-ray y los lectores frontales de tarjetas, por ejemplo, son algo opcional que depende del usuario final, pero por lo general los dispositivos ópticos más económicos de marcas como LG ofrecen una excelente relación calidad-precio.

9- Cuidados básicos a la hora de montar las piezas en el PC.

Terminamos con un pequeño listado de consejos que es recomendable tener presente antes de lanzarnos a montar nuestro PC:
  • Tocar una placa metálica para eliminar cualquier resto de electricidad estática de nuestro cuerpo.
  • Asegurar bien la placa base y comprobarlo antes de seguir montando el resto de componentes. Puede sonar como algo de cajón, pero nunca está demás.
  • Comprobar bien cada conector que vayamos a utilizar de la fuente de alimentación, así como su correcta colocación.
  • Ajustar bien los cierres de seguridad del procesador, la tarjeta gráfica y la memoria RAM.
  • No aplicar en exceso masilla térmica en el procesador, ya que conseguiremos un efecto negativo. Lo mejor para estar seguros de no pasarnos pero tampoco quedarnos cortos es dibujar una X en la zona y extenderla bien utilizando un plástico fino, como por ejemplo una tarjeta.
  • Realizar todo el proceso de montaje en un entorno limpio.
  • Antes de encenderlo por primera vez revisar una vez más todas las conexiones y la correcta colocación de los componentes.
  • Tener cuidado en la colocación de los llamados componentes de inserción que requieren algo de fuerza, como las tarjetas gráficas y las memorias RAM.


Espero sea de utilidad ... No está demás recordar estos puntos, sobretodo para los que están empezando!

Fuentes:
http://www.muycomputer.com/2014/10/26/guia-errores-montar-pc-nuevo?PageSpeed=noscript
http://www.google.com.ar
http://www.wikipedia.com.ar

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